"Es el Hércules campeón". Está escrito en el himno del club, lo repiten miles de gargantas cada jornada y puede hacerse realidad este domingo ante el Lleida. El conjunto herculano, pese a ser un clásico del fútbol español, no se ha caracterizado a lo largo de su centenaria historia por cantar el alirón. De hecho, la última ocasión en la que lo hizo fue en el curso 1995-96, cuando el equipo que dirigió Manolo Jiménez arrasó a todos sus rivales de Segunda en su camino hacia Primera División.

En esta ocasión, como en aquella, el campeonato tiene el premio añadido del ascenso directo, aunque no siempre fue así. Varias veces el Hércules quedó campeón de su grupo, pero luego no pudo culminar el éxito en una fase de ascenso.

Los jugadores del Mallorca hacen el pasillo de campeón al hercules en la temporada 1995-96. Laurine Maurice

El Hércules no ha sido nunca un equipo capaz de gobernar las categorías con puño de hierro. Lo suyo ha sido, más bien, ir de tapado y esperar su momento para dar el zarpazo al final de la Liga o en las promociones, a las que entró en ocasiones casi de puntillas. De hecho, sólo ha logrado ganar su Liga en ocho ocasiones -tres de Segunda y cinco de Tercera-, siete de ellas antes de la década de los 70.

Prehistoria futbolística

El primer título liguero llegó recién estrenada la década de los 30. En el Hércules quedó campeón del grupo IV de Tercera, formado por Alicante, Imperial de Murcia, Elche y Cartagena en el curso 1931-32. Un año después, y en la misma categoría, aunque en el grupo VI, volvió a ser primero en una competición en la que se enfrentó a Elche, Gimnástico y Levante.

[Lleno histórico del Rico Pérez para ver ascender al Hércules 14 años después]

También se coronó campeón, por primera vez en Segunda, en la temporada 1934-35. El Hércules fue primero de su grupo regular, con rivales como Murcia, Elche y Levante, entre otros, y de la liguilla final posterior, en la que también superó a adversarios como Osasuna, Celta o Valladolid, entre otros.

El cuarto campeonato se hizo esperar cinco lustros y llegó, de nuevo, en Tercera. En la temporada 1959-60, el Hércules, recién descendido de Segunda, se proclamó campeón tras arrasar en una competición en la que sólo cedió una derrota. Aquel grupo estaba formado por equipos como el Crevillente, Albacete, Eldense, Orihuela Rayo Ibense, Almoradí, Villajoyosa o Callosa Deportiva, entre otros.

Campeones de Segunda y Tercera

El segundo campeonato de Segunda llegó poco después, en la temporada 1965-66, en la que el equipo alicantino, ya en una categoría mucho más reconocible, dominó en el grupo 2 a rivales como Granada, Valladolid, Levante, Cádiz Recreativo, Tenerife o Rayo Vallecano, entre otros. Aquella Segunda estaba formada por dos grupos fortísimos. El campeón del otro grupo fue el Deportivo de La Coruña.

Los otros dos campeonatos de Liga fueron consecutivos (1968-69 y 1969-70) y ambos correspondientes al grupo VI de Tercera. En el primero, el Hércules se estrelló en la promoción ante el Castellón y en la segunda, tras la repesca, logró ascender ante Osasuna.

El último alirón herculano fue el más apoteósico de su historia, ya que conquistó el título a tres jornadas de la conclusión, lo que permitió ver una imagen poco habitual y casi única: rivales como Eibar, Mallorca y Barça Atlètic haciendo el pasillo de campeón al equipo blanquiazul en su salida al césped.

Esta gesta no puede ser comparable deportivamente por la diferencia de categoría y entidad de los rivales a la que se puede vivir el domingo, aunque la ilusión que está despertando, tras tres lustros de decepciones, es la misma.

Posiblemente, uno de los motivos que han llevado al Hércules a racanear campeonatos en los últimos años tiene su explicación en el propio sistema de competición, ya que sólo desde hace unos pocos años añade el premio gordo del ascenso directo en el caso de finalizar la Liga en la primera plaza. Durante gran parte de la historia, casi era lo mismo ser cuarto que primero, en Segunda B, o primero que tercero, en Segunda.

Curiosamente, el Hércules nunca se ha proclamado matemáticamente campeón de Liga en el Rico Pérez. La única vez que pudo hacerlo, ante el Cartagena, en el curso 1990-91, no salió bien (0-3). Así que una motivación más para que el grupo de Rubén Torrecilla entre en la historia de la entidad por la puerta grande.